18 años, nada mas...

Papá Dragón es un Dragón de Plata... hoy lo sé, y lo aprendí porque...

Hace unos 18 años atrás, inició un sueño que se esperanzó y quedó en el olvido, en la frustración, en el aprendizaje a la mala, porque abrir la bocota y decir puras tonterías, a veces, cuesta caro.

Y claro, el precio es muy diferente en unos y otros casos... en el caso de Papá Dragón, aprendió muchas cosas que nos enseño con el paso de los años, pero que no vimos concluidas, que no vimos logradas.. o al menos, no de momento.

Fue tan importante para él, para nosotros, verlo lograr y concluir ese condenado pendiente... dejar atrás 18 años de lejanía, 18 años de frustración, de fracasos con esperanza de que el año siguiente sería mejor, seguir pensando que lograría eso, que lo ponía a pensar que el tiempo se terminaba, y que tal vez, no podría lograrlo; pero se demostró a sí mismo muchas cosas.

La enseñanza de Papá Dragón no es algo nuevo, es el fruto de muchos años de experiencia, aprendizaje y frustración, lo que confirma esa frase “optimista” que dice “el fracaso es un éxito diferido”.

Además, nos enseño que las cosas llegan cuando deben llegar, sin mas apuro, el chiste es no desesperarse, y pensar que hasta el momento final las cosas pueden darte una sorpresa; las cosas no acaban en cuanto tu crees que han terminado...

También pasó a una pequeña parte de la historia de algún lugar, de algún evento, de algún momento; cambió una frase y con la risa en los labios nos dijo:

la Octava? Es la vencida...