Sunday, May 17, 2009

Un presente...

En todos estos días de silencio, como en muchas otras ocasiones, he resentido los efectos de una pesadez provocada por el ritmo de vida que enfrento... Me siento como un león enjaulado, como un dragón sin ganas, como una breve rutina más.

Han sucedido muchas cosas, epidemias y miedo, tristes finales, inesperadas bienvenidas, ciclos que terminan y planes por felices arribos... entre tantas cosas mi mente se ha llenado de vapores densos, de confusión y no puedo mantenerme concentrado más de lo normal, porque no me sentía a gusto con nada a mi alrededor.

Ahora que ya puedo “relajarme” un poco más, puedo pensar en muchas cosas para escribir, para que siga fluyendo mi ser a través de las letras que no dicen mucho... puedo pensar en los planes y resolver mis más inmediatos problemas aunque ya siento el tiempo encima y tratando de tomar mis alas con fuerza...

La vida siempre nos pone a prueba de diversas maneras, a veces no estamos conformes con los retos que enfrentamos porque sentimos que no estamos al nivel del reto; es entonces cuando estamos atascados, detenidos por nosotros mismos, debemos seguir adelante, hacer frente a esas situaciones que dan miedo, que te dejan cansado, débil, con el sentimiento de angustia y agonía tan intenso que piensas que no podrás lograrlo. Ahí es donde surge la fuerza interior, eso que logras utilizar para salir adelante, superarte, levantarte de nuevo y avanzar... es cuando logras algo mayor que el respeto, logras finalmente el auto respeto.

Mientras vamos avanzando ante los retos que decidimos enfrentar, usualmente descubrimos nuestro destino en el sendero que tomamos para evitarlo... hacemos cada cosa para no caer en un lugar o situación, intentamos con todas nuestras fuerzas evitar algo y al seguir el camino que pensamos nos hará evitar eso a lo que tememos, nos damos cuenta que caímos en el sendero que nos mostrará nuestra finalidad, nuestra razón de ser y estar.

Siempre he pensado que nuestra historia es lo más valioso que tenemos, nos define, nos apoya, permite evaluarnos y enmendar nuestros errores... pero el ayer es historia, ya lo hicimos, pasamos tan rápido y no hay nada que podamos hacer para volver ahí... mañana es incierto, y aunque nuestro futuro depende de todo lo que hicimos y lo que haremos, todavía no hay nada definido... pero hoy, el día de hoy es un regalo que nos toca descubrir, disfrutar, vivir...
... por eso se llama presente.

1 Comments:

Blogger Liliane said...

Por eso se llama presente... y qué presente!! Sí señor!! Y muchas personas ni siquiera se dan cuenta de lo que tienen. Todos los días recibir la oportunidad de hacer diferente, de hacer(se) distinto del ayer.

Tener la sensibilidad para percibirlo es para pocos y tú eres uno de ellos!!!

Beijos(com saudade)

6:52 PM  

Post a Comment

<< Home

Mirando luces neon