Recuerdos en el horizonte...

“Como dueles en los labios, como duele en todos lados...
como duelen sus caricias cuando ya se ha ido...
como me duele la ausencia, como extraño su color de voz...
como falta su presencia en mi habitación...
como me duele el invierno, como me duele el verano,
como me envenena el tiempo cuando tu no estás...
como duele estar viviendo, como dueles estar muriendo así...
como me duele hasta el alma en mi habitación...
como dueles en los labios... en todos lados...
soledad...”

MANA – Como dueles en los labios

Al voltear hacia atrás, no es justo criticarnos y negarnos a lo que fuimos, lo que hicimos, pues es parte de nosotros; de una u otra manera son los cimientos de nuestra vida, podamos o no cambiar eso, lo importante es lo que ahora somos.

Me doy cuenta de que gran parte de mi vida estuve de una manera, triste, sin una pareja con quien compartir mis momentos mas anhelados... claro, siempre hubo alguien ahí, pero sólo momentáneamente pues la única que siempre estuvo junto a mi, fue mi tristeza.

Mi tristeza, compañera en varios momentos, inseparable y muda... sólo me miraba y me prometía que no siempre sería así, que algún día se iría y que sólo regresaría a verme, a saber cómo estoy, a darse una pequeña vuelta de visita ocasional, solo para verme feliz, junto a una mujer muy especial, la mujer de mi vida.

Mi familia siempre ha estado ahí, y he sido feliz con ellos, siempre me han apoyado, siempre me han ayudado a levantarme; pero mi tristeza no fue compañera mía por eso... fue por no tener a quien amar y me amara como yo quería.

Al horizonte veo que ya no escribo como antes... ya no me nace escribir algo doloroso y triste, ya no me inspira mi propio dolor y angustia, en un pequeño instante celeste mi vida ha cambiado tanto que no puedo dejar de sonreír y la esperanza es mas fuerte que nunca.

Veo mi dolor, mi tristeza, a lo lejos... los he olvidado por el momento... no he olvidado como se siente estar a su lado, pero hoy los veo con respeto, como debe ser, pues no lamento su ausencia pero si recuerdo su presencia... mi Nina ha borrado su imagen de mi fresca memoria y solo me hace sentir feliz, amado, tranquilo y esperanzado.

Hoy viendo al horizonte, recuerdo la promesa que mi tristeza me hizo, estar a mi lado hasta que la mujer indicada, la prometida por el destino, llegara a mi vida y decidiera estar a mi lado... hasta entonces, estaría su presencia en mi vida, no para hacerme sentir mal, sino para recordarme que cuando la oportunidad anhelada llega, vale la pena correr el riesgo que sea, si la felicidad está de por medio...

Ya no me duelen los labios por la soledad; no tengo frío por las noches y el azul del cielo se refleja mas vivo en mis escamas...

Woeini... mi gran inspiración!!!