Ser un dragón VIII...

El ver y recapacitar acerca de la importancia de las palabras, del valor que tienen para ti y para las personas a quien amas la sinceridad, l averdad de tus palabras, me hizo darme cuenta de esto tan importante...

1.- Un dragón nunca se rinde
2.- el dragón siempre teme de su fuerza y del daño que pueda ocasionar sus acciones; pero el dragón ama los retos
3.- Las mejores armas del dragón: paciencia y confianza.
4.- Naturaleza sobrenatural, protección divina...
5.- Conocer y conocimientos.
6.- Colores distintivos...
7.- humildad...
8.- Fidelidad... ser fiel a ti mismo, a tus palabras, a lo q dices y lo q haces.

La fidelidad es una cualidad extraña, cada vez mas rara en estos días... y de la misma manera que la bondad, es muy difícil y nos resulta increíble encontrar fidelidad en las personas que nos rodean.

Lo curioso es que, cuando encontramos eso, nos cuesta mucho trabajo creer que es cierto, que existe y que es para con nosotros...

Es muy complicado ser fiel para algo o alguien... incluso para con nosotros mismos; cuántas veces has roto una promesa que te hiciste por alguna razón? No importa que haya sido o no razón justificada, el caso es que no te fuiste completamente fiel.

Hay veces en las que la auto fidelidad no es trascendental... por ejemplo, cuanto te prometes que te compraras eso tan especial o que te darás un gran apapacho... que leerás ese libro o verás a esa persona tan querida para ti... no.

Se trata de que seas fiel a ti mismo en cuestiones de vida... que jamás traiciones tus ideales, tu forma de ser y de pensar... que nada pueda comprar tu integridad, tu persona, tu alma. Nadie tiene un precio, a pesar de que los materialistas dicen que todos lo tenemos; puede ser cierto, que todos tengamos un precio, pero no siempre tiene que ser un precio material.

Que tristeza da la persona que no honra sus palabras con sus acciones; que no tiene un valor su palabra y que el honor es una cosa que desconoce y que deshonra cada vez que abre la boca. Caso contrario, que bien se siente uno cuando lo que dice concuerda con lo que hace, te honras a ti mismo, te sientes tan bien y feliz... eso, no tiene precio.

Ser fiel no es tan difícil como parece... es sólo cuestión de tener muy en claro lo que quieres, poder ser un poco mas adulto y tan niño como quieres, porque no hay nada mas fiel que un pequeño plenamente convencido de que quiere algo.

Al honrar tus palabras con tus acciones, no solo te honras a ti mismo, a tus familiares, a tus seres queridos...

Si un deseo, cariño, amor o meta es contemplada por un sentido mercenario, condicionado y superfluo, pobre destino el que le espera... la nada y el olvido es la meta del final de su triste recorrido...

Creces como persona...