Ser un dragón II...

Las circunstancias difíciles muchas veces nos hacen dudar de nosotros mismos. Alguien en verdad puede expresar con toda seguridad que jamás ha dudado de sí o de sus capacidades ante un problema que en verdad le afecta en el alma??

Sobreponerte a la adversidad debe ser el sendero que te distingue de entre los demás, una meta que vale la pena no por sí misma, sino por la experiencia, las vivencias, lo que aprendes mientras te sobrepones y andas por el sendero.

La segunda característica de un dragón:

1.- Un dragón nunca se rinde.
2.- El dragón siempre teme de su fuerza y del daño que pueda ocasionar sus acciones; pero el dragón ama los retos.

Retos... la esencia misma de todo lo que rodea la naturaleza del dragón; un reto siempre implica curiosidad por saber tus limites, tus alcances, de lo que eres capaz en realidad. Un dragón siempre trata de probarse a sí mismo.

No se trata de "calcular un riesgo"... para un dragón probarse a sí mismo es parte de vivir intensamente, pues sólo tienes una oportunidad de vida.

El temor es sólo una pekeña parte de la inseguridad del dragón... no es contradictorio que un dragón sea inseguro en algo, pues la duda de los daños que ocasione su fuerza, sus acciones, siempre la tendrá presente pues un dragón piensa primero en los demás.

Temor de su propia fuerza... un dragón enfurecido desconoce los alcances de su fuerza descontrolada; parte del temor a los daños que ocasione se debe a que cuando un dragón hace daño no se anda con chistes... el daño que ocasiona un dragón generalmente es muy difícil de reparar.

Por eso el temor del dragón hacia sí mismo es bastante fundado, porke al estar conciente de lo que puede ocasionar y tener que hacerlo lo sitúan en un conflicto del alma, una tarea en verdad desagradable... aparecen las dudas, las angustias, los resentimientos; un dragón debe aprender a superarlos cuando es necesario.

Pero cuando un dragón decide usar su fuerza y hacer daño...

Siempre trata de que sea por algo que valga la pena...