Saturday, February 06, 2010

El precio del ser...

En medio de la crisis mundial se vislumbran días felices y ajenos al sufrimiento de las macro economías y sus salvajes consecuencias en los bolsillos de nosotros, los mortales que terminamos siempre salvandole el trasero a los empresarios, los gobernantes, los aprovechados... sí, esos somos nosotros, los dejados, los pendejos, los acostumbrados a quienes Mariano Azuela llamó con una mezcla de risa y seriedad, verdad e ironía: “los de abajo”.

Los de abajo somos muchas cosas más... tenemos anhelos, sueños, virtudes, defectos, manías y costumbres; vivimos y sufrimos, enfrentamos la vida como viene o le damos la vuelta pensando en que nuestros demonios se irán sin molestarnos de nuevo. Siempre estamos muy equivocados...

Entre los de abajo habemos quienes no queremos ser ni hacer lo mismo que los demás... no tenemos la culpa de ver caer a los demás y deseamos muchas cosas buenas... perdemos la fe y la esperanza con la creencia que lo recuperaremos todo en algún momento, cuando la suerte nos llamé y mientras tanto, nos prepararemos para no perderlo todo de nuevo.

Cuando no perdemos ni siquiera el aire, tenemos la fuerza de pararnos frente a la vida, tomar al toro por los cuernos y hacer las cosas que hemos meditado por largo tiempo. Es en este momento cuando comienzan los pensamientos negativos a invadirnos y podemos permitir que nos hagan daño... nos dejan solos y comenzamos a cuestionarnos porque tal vez los demás tengan razón... el problema radica en nuestro estilo, nuestra forma de hacer las cosas y de ver la vida. Cuando no coincide con el común de los demás, si es diferente nuestra forma de pensar y hacemos lo que deseamos contrario a lo que los demás piensan, ahí comenzaron en verdad los problemas.

Hace mucho tiempo escribí a causa de Mirta, el tigre de mi cuento, que nunca estaré de acuerdo en que nos convertimos lo que somos ante los ojos de los demás. Estaré siempre peleado con esa idea, jamás me permitiré ser lo que los demás creen ver en mi sin que yo esté plenamente convencido de ello... si los demás ven a una persona fracasada, rebelde, extraña, contradictoria, triste y solitaria, pues ese es su problema; la vida es un juego donde tu pones tus reglas y decides quien quieres ser, que personalidad tomar y como jugar con lo que tienes...

Se trata de hacer las cosas a tu manera, equivocarte, comenzar de nuevo, intentarlo, fallar y acertar, vivir... no puedes aceptar la belleza del universo sin las cosas feas que contiene; de la misma forma no puedes avanzar y progresar sin conocer los errores y las consecuencias de tus actos.

Es por eso que tienes que descubrir quien eres, que te gusta y que te hace sentir vivo; las experiencias pasan y pasan hasta que aprendes la lección y logras seguir adelante al ritmo de la vida... era diferente antes y es igual ahora, estar solo o acompañado no tiene relevancia si no sabes quien eres y por que razones vives y haces las cosas que te gustan...

Ser tu mismo, hacer lo que te gusta, vivir de la forma que elijas tiene su precio, muchas consecuencias; deberás luchar contra varias críticas, demonios y fracasos... enfrentarás grandes retos y tal vez satisfacciones no tan grandes. Quizás lo más difícil será lidiar con la desaprobación de aquellos que te quieren y no logran comprenderte, te cuestionan y se enfadan por aquello que dejarás detrás o sacrificarás para hacer lo que deseas, para ser tu mismo...

Hay muchas preguntas que debes hacerte y meditar... una es averiguar lo que en realidad deseas, otra de ellas es si puedes y quieres lidiar con eso??

Es un gran precio...

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