Ley de la conservación de la materia y la energía...

Todo lo que nos rodea es materia... y todo contiene energía... luego entonces, todos somos materia y energía en un mismo paquete.

Soy un científico esotérico... un dragón azul, con alma de guerrero, pero con el corazón tranquilo de un dragón que reposa... Soy una contradicción en mí mismo... un demonio azul que al parecer, resulta ser un ángel que se cruza en el camino de quien me necesita en un momento de su existencia...

La parte de mi mente científica, ha pensado en la ley de la conservación de la materia y la energía, que palabras mas, palabras menos, dice:

"La materia no se crea ni se destruye, solo se transforma."

Eso me puso a pensar muchas cosas... reparé en el hecho que, aunque fuera por un tiempo que terminó, Karlota el amor de mi vida estuvo al 100% conmigo... cosa que desafortunadamente, ninguna otra quiso hacer.

Adelante, a lo lejos, se mira bien un callejón sin salida... lo hemos visto, lo conocemos, sabemos que existe y llegaremos irremediablemente a él; sabemos que no debemos llegar al final de ese camino, pero juntos seguimos de la mano... porque me encanta que me diga “Campeón!!” y verla sonreír...

Al igual que la materia, las cosas que valen la pena no pueden ser creadas ni destruidas, simplemente cambian de un tiempo a otro, según te vayas adaptando a la vida. Las cosas pasan a tu alrededor, la vida sigue, a pesar de todo lo que te pase, y muchas veces no podemos darnos cuenta de las maravillas que ocurren en nuestro entorno, cosas que no fueron creadas ni pueden ser destruidas, solamente están ahí, para cuando tus ojos, tus sentidos, puedan detectarlas...

Me duele mi cuerpo, estoy muy cansado estos días... me duele mucho mi orgullo? O sólo son mis piernas adoloridas por el ejercicio de una semana?? Todavía puedo levantar mis puños... pero, para que??

Me siento cansado, agripado... como si el fénix fuera a renacer y hoy, antes que nada, muere lentamente... Tengo muchos pendientes conmigo, pero estos días no voy a escribir mas de ellos, ni sikiera vale la pena porque... simplemente no vale la pena.

Sigo sintiendo cansancio, sueño... todavía tengo el ánimo de levantar los brazos y decir, venga de ahí... va... Pero mis piernas no responden como yo quisiera... me siento tan indefenso como un minino...

Y ahí estaré cuando ella me necesite... Puedo estar enfermo, cansado...

Pero aún estoy de pie...