Sunday, April 29, 2007

La maldición gitana...

Parece que sobre mis automóviles pesa una extraña y socarrona maldición...
Es casi inevitable, pero se ensucian mucho cuando llueve. Bueno, eso ya se que en verdad es inevitable... pero esa no es la parte que me cae gorda... no; la parte que me choka es que cada que es fin de semana y se me ocurre lavar mi carro, pues a Tláloc se le ocurre hacerme repelar.
Todo comenzó en el año 2002... la primera vez que tuve un auto fue por un "regalo" de mi mejor amigo... era un Impala modelo 1971, color verde olivo, dos puertas, chokado de la puerta del pasajero, y grande, muy grande.
Betzabé le llamó mi amigo... y cuando Betzabé pasó a mis manos, pues me lo dió muy pero muy sucio... lavarlo era toda una odisea; tan difícil fue lavarlo la primera vez, que me tuve que trepar al techo del auto con una escoba, jabon y agua, y cual vil microbusero, comenzé a lavar mi auto nuevo.
Luego, me tuve que alejar de Betzabé... y tiempo después Papá Dragón me ayudó a comprarme otro auto... igual de grande, un pokito mas nuevo, un Malibú 1979, dos puertas, sin problema alguno... Color Ocre muy jodido de la pintura, pero muy buen auto...
Mis novias lo odiaron por viejito... alguna de ellas sí le gustó por lo riko que estaba el asiento de atrás... También el lavarlo era una tarea laboriosa, el Impala y el Malibú eran cosa de hora y media para poder lavárlos.
Igualmente cuando lo lavaba... sí, Tlaloc aparecía y no me dejaba tener limpio mi auto por mas de un día...
En octubre del año pasado, tuve que deshacerme de mi carrote, mi Minino fue malbaratado y entonces me dediqué a conseguirme otro auto...
En marzo, tuve la suerte de comprarme otro auto... muy bonito... eso sí, se ensucia con solo mirarlo... pero me enkanta lavarlo, cuidarlo, se ve bien una vez que todo está terminado y no me toma hora y media... solo menos de una hora.
Y va de nuevo... nada mas lo lavo y llueve... no falla; esta tarde llovió por mi culpa, pues lavé mi auto y aunke tuve la precaución de meterlo al garage y evitar un rato que se mojara, Papá Dragón me regañó porque eso implicaba dejar las puertas del edificio abiertas, saqué el carro y terminó mojándose de todos modos.
La maldición sigue y sigue... y no veo cómo romperla... tendrá acaso algo que ver, que soy un Dragón de Agua??? Acaso no podrá romperse???
O debo de ya no lavar mis autos???

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