Thursday, September 02, 2010

APOLOGÍA DE UNA LAGARTIJOTA... primera parte

I'm so tired of being here, suppressed by all my childish fears
And if you have to leave, I wish that you would just leave
Your presence still lingers here and it won't leave me alone

These wounds won't seem to heal, this pain is just too real
There's just too much that time cannot erase
When you cried, I'd wipe away all of your tears
When you'd scream, I'd fight away all of your fears
And I held your hand through all of these years
But you still have… all of me

You used to captivate me by your resonating light
Now, I'm bound by the life you left behind
Your face it haunts my once pleasant dreams
Your voice it chased away all the sanity in me

These wounds won't seem to heal, this pain is just too real
There's just too much that time cannot erase
When you cried, I'd wipe away all of your tears
When you'd scream, I'd fight away all of your fears
And I held your hand through all of these years
But you still have… all of me

I've tried so hard to tell myself that you're gone
But though you're still with me, I've been alone all along

When you cried, I'd wipe away all of your tears
When you'd scream, I'd fight away all of your fears
And I held your hand through all of these years
But you still have all of me, me, me

Evanescense’s – My innmortal


Ya no soy metalero... es algo tan complicado y duro de aceptar.

En el sentido más estricto de la definición o incluso, del concepto, ser un metalero está hoy, mucho más lejos de lo que pensé que podría estar... me siento apabullado conmigo mismo por permitir que esto sucediera.

De forma estricta y a grandes rasgos, el metalero tiene un sentido musical definido por la música del heavy metal y muchos o casi todos sus géneros; en ocasiones demasiado radical para mi propio gusto. Esto implica que el metalero es una persona que gusta de la música con poder y las actitudes rudas tanto al momento de ejecutar las melodías como en cualquier momento de la vida del metalero.

Yo amo el poder del heavy metal; es una fuerza que recarga tu energía, que hace vibrar todo alrededor y llena el ambiente... Incluso en las baladas puedes sentir todo el poder que emana de las notas, de las bocinas, de los instrumentos... el metal es poder sónico y nada puede comparársele. El thrash es lo mío... 

De la mano con la actitud ruda viene el look del metalero; un atuendo y apariencia intimidante, agresivo, desafiante y oscuro... rudo pues. Entre más negro, roto, con pikos y con alusiones funestas, mejor el look. Adicionalmente, todo debe estar acompañado con la melena reglamentaria, larga y por debajo de los hombros, que pueda ser objeto desafiante del status quo masculino, socialmente correcto y sobre todo, una melena bien cuidada sin orzuela.

Yo amaba por sobre todas las cosas mi melena larga, era como la melena del orgulloso león; todo el tiempo la tenía amarrada, bien cuidada, a media espalda, se hacían no solo chinos, sino caireles y era mi máximo escuchar música y menear la greña, jugar al headbanger... del look pues ni se diga, era fabuloso estar con mis camisas negras funestas (que tantos problemas me trajeron con todas y cada una de las novias que tuve; las odiaban con tantas ganas!!!), mis pantalones y chamarras rotas, mis bototas a prueba de agua y mis inseparables audífonos.

Luego vienen las amistades, los grupos, el estar congregado con los de tu especie y sentirte plenamente comprendido, identificado y libre... convivir y compartir; hacer cosas juntos y crecer en varios sentidos. Las tocadas, los conciertos, las fiestas o simplemente estar en la cueva o punto de reunión para echarse unas chelas... simplemente lo mejor del día.

Yo tuve en realidad pocos amigos metaleros, pero como dicen, de lo bueno poko!! Para mi desgracia, mis amigos metaleros lentamente se fueron a vivir sus vidas fuera de nuestra ciudad natal y las nuevas amistades que fui haciendo a lo largo de mi vida, no tenían el mismo gusto que yo... me fui acoplando al nuevo ritmo de vida, tratar de mantenerme vigente conmigo mismo, ser congruente con lo que decía, hacía y me gustaba; es complicado ser tu mismo cuando estás en un ambiente, un entorno que critica tanto la imagen, la actitud, la soberbia del conocimiento y cuando puedes ser tu mismo, estás cansado de pelearte con el mundo y al final de una semana te sientes tan a gusto con lo poko que te queda de imagen, de rudo, de feo y aún así, eres el mas rudo, feo y malo de kienes te rodean (una bola de abogados bonitos y en medio, el que se sentía metalero). De esto derivó también el no asistir asiduamente a las tocadas, conciertos ni cosas chidas del metal, porque a veces ibas y veías a Juan de la chingada tocando kien sabe que cosa y decías “mejor me voy al Bull a echar tragos con mis amigotes” y bueno, a veces con los primos (tengo primos metaleros) y los amigos salían buenas tocadas, pero eran las menos ocasiones L. Tengo momentos memorables en mis conciertos de Maiden, de Metallica, de Mötley...

Pero a pesar de todo, el metalero que alguna vez fui o pude ser, ya no está... no se por donde diablos se fue pero sí se que mi entorno me obligó paulatinamente a evolucionar, a tener pequeños cambios que de alguna forma me hacían encajar y no encajar en mi medio ambiente; era el abogado rebelde, greñudo, pandroso y que escuchaba “puro ruido”, pero al final era único y tenía mis amigos a quienes no les importaba ni les afectaba lo que yo era.

Fue entonces que me hice una pequeña promesa, sin importar lo que pasara, siempre me sería fiel a mis principios, a mis gustos y a mis raíces... y durante muchos años la pude mantener pero la vida te hace ser menos radical y a veces te abres a nuevas cosas, aceptas algunas situaciones, gustos, cambios creo que no por ello dejas de ser quien en esencia eres; hace mucho tiempo aprendí que no me convierto en lo que soy a los ojos de los demás, soy lo que yo decido y quiero ser aunque mis acciones no puedan decirlo completamente, porque yo soy yo y mis circunstancias, pero en esencia sigue ahí... parte de la lección es que si los demás no pueden verlo, no es mi problema aunque si es mi tarea para resolverlo para mi y por mi. Y que conste que no es una grosería ni ser agresivo, así fue esa lección... en algún lugar de este blog está esa enseñanza perdida...

Y como preámbulo de esta breve apología, es suficiente...

7 Comments:

Blogger Vergónides de Coock said...

Vivaldi fue el padre de los metaleros. Suerte.

12:19 PM  
Anonymous Anonymous said...

Increible reflexion! Entiendo perfectamente lo que dices, pues conforme vamos creciendo, la imagen se queda atras, pero la esencia sigue siendo la misma.
Los que nos seguimos declarando metaleros de corazon, podemos no mostralo con la vestimenta o la greña como antes lo haciamos, pero todo sigue ahi.
Lo tuyo me deja un sentimiendo mezclado, ya que la parte positiva es que sabes reconocer lo que ha sucedido en ti y lo aceptas honestamente, pero lo triste es que el metalero que yo conoci, se esta yendo, sino es que ya no esta. Sin embargo, todo eso no afecta en lo mas minimo nuestra amistad.
Gracias por compartir!

1:14 PM  
Blogger Multi Missile said...

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7:41 PM  
Blogger El Dragon Azul said...

Mi amigo Sr. Najayote, me pidió publicar su opinión al respecto:

Mi estimado amigo, me gustaría comentar a la sincera, en confianza, al chile pues! que tu forma de apreciarte como “ya no metalero” sólo porque ya en ti no vez el look, o no resulta evidente de imagen y actitud al primer impacto ante cualquier mortal con el que cruces por la vida, me deja un sentimiento de incomodidad o cierta decepción y perdóname pero es hasta un poco ofensivo a mi persona y a la de muchos metaleros de caña, viniendo de quien creo es una de las personas más coherentes que conozco, que es perspicaz, vaya! que le gira la piedra; lo digo porque encuentro en el fondo de tu exposición una paradoja o inconsistencias con aquello que son tus raíces y/o principios.

Amigo mío me atrevo a aseverarlo así, apasionadamente, porque para mi el Metal es una religión ó como los dos lados de la fuerza, una de mis tres madres, en orden de aparición después de la natural y antes de la Unam, pues éstas me criaron y formaron.

Hace unos 14 años conocí a un tipo de popular patronímico ruso que criticaba y condenaba duramente a quien se atrevía a juzgar a las personas por su mera apariencia o actitud, ello incluía la aceptación en los diversos círculos o aspectos sociales y profesionales, por ejemplo, lo recuerdo señalar como fascista o totalitario a cierto profesor de derecho al decir éste “que un abogado sólo es y debe ser aceptado como tal si viste de traje impecable y habla con toda prudencia y propiedad, dirigiéndose ante la sociedad conforme lo dictado por lo socialmente aceptado para su profesión”; yo compartí esa critica y aun pienso que aquel tipo que conocí tenia razón, con el tiempo nos hicimos amigos.

El día de hoy rescato esas palabras y señalo de la misma forma, que un metalero no es ni debe ser juzgado menos o nulo si no porta su armadura de guerra, su uniforme sagrado o si no se presenta por la calle y al mundo con su explosión energética profesando la cosmogonia metalera; total el mundo es de todos, plurar, así lleno de gente inteligente y conocedora como también de ignorantes y todo tipo de aberraciones humanas.

10:31 PM  
Blogger El Dragon Azul said...

Sigue diciendo el Sr. Najayote:

Para mí el Metal es mucho pero mucho más de lo que puede verse, esta en toda la maquinaria cerebral, es mente, corre en la sangre, se suda, se mastica y se refleja en la furia de su mirada. El metalero experimenta todo eso y no está peleado con otros usos y practicas paralelas, así pues el grito externo de la vestimenta y la actitud es manifestación artística del ser, a través de algo que le llamo su armadura de batalla, que puede y debe lucirse en el campo activo del metal y sus templos (estadios, auditorios, escenarios, etc.)

Algunos tienen la facilidad de lucir la armadura y sus orgullosos blasones por mas tiempo que otros y muchos mas sólo tendremos oportunidad de hacerlo al tiempo de acudir a la sagrada y ruidosa batalla musical y no será por otra circunstancia que por la cantidad o temporalidad que ocupen los diversos roles paralelos que realizamos y donde también debemos identificarnos, de tal manera que un medico metalero usa la bata, guantes y tapaboca en el hospital, el jersey de su equipo a la hora del partido y la chamarra de cuero y estoperoles cuando le alimenta en espíritu su amada música, sobre todo en un concierto.

Por supuesto que hay a quienes no debe perdonársele la ausencia de su imagen metalera, pues son el ejemplo de actividad constante, los sacerdotes de esta religión, los masters, los gurúes, etc. y es a las propias bandas o sus íconos; para todos los que somos sus fieles pues no debe ser tanta la pretensión, eso sí, debemos exigirnos vestir el hábito a la hora de agitar la cabeza con su ritmo al calor del slam, en jauría, para sabernos nuestros e identificados.

No esta mal andar por la vida gritándole al mundo que eres un metalero a través de tu uniforme y actitud, pero se corre el alto riesgo del que habla un famoso poema (parafraseo) “de sólo tirarle margaritas a los cerdos”.

Mi estimado amigo no se subestime, aquí también aplica el esoterismo y no únicamente el exoterismo, luego entonces “El metalero no sólo existe, el metalero es”.

10:32 PM  
Anonymous Anonymous said...

Ahora si rugiste, leon! Ja ja ja! Asi me gusta como en los viejos tiempos, los grandes debates y tus respuestas rebeldes a lo que no te parece.
Sin justificar lo que yo escribi anteriormente, una de las desventajas de los comentarios en linea es que se puede perder la interpretacion de las palabras del que lo lee o es muy facil no saber transmitir lo que en realidad se quiere expresar de aquel que lo escribe.
Lo que es cierto, es que blogs como el tuyo crean acciones y reacciones, ademas de hacernos reencontrarnos con uno mismo y con los demas. Eso me gusta y te felicito por tener este blog y mantenerlo por tantos años.
Algo que tu me dijiste hace muchos años (en aquellos tiempos de prepa) es que uno debe de ser como es en donde sea, le guste o no a la gente. Esto es algo que a mi siempre me ha costado mucho hacer y creo que hasta la fecha no lo he podido conseguir al 100%. Esta "Apologia de una lagartijota... primera parte" me enseño un lado distinto al Dragon Azul que yo conozco, del cual yo aprendi y se me hace contrastante el saber que ciertas cosas ya cambiaron. De ahi vino mi reaccion a mi post original. Con esto no quiero decir que no estoy de acuerdo y no puedo aceptar que las personas cambien. Claro que no! Y yo se que todos cambiamos con el tiempo.
Simplemente la distancia hace que uno no sea testigo de cuando y en que momento suceden estos cambios. Ya viste todo lo que provoca el metal??
Un abrazo!

1:44 PM  
Anonymous Anonymous said...

Algo que se me paso comentar tambien, es que cuando estamos en la adolescencia, la busqueda de identidad es fuerte y es el motivo por el cual necesitamos de dicha 'vestimenta' para ayudarnos. Despues de que pasan los años, eso ya no es tan importante, pero la esencia se queda ahi, sin importar que imagen tienes.

1:54 PM  

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