Monday, April 11, 2005

El Tigre conoce al Dragón (2 de 16)

"girl you was made for me... girl i were made for you...
... i was made for loving you baby... you were made for loving me...
i cant get enough of you babe, cant you get enough of me?..."


La conocí en la primavera de 1998, justo después de la muerte de mi mamá Olga, era la chica de la cual no podías apartar los ojos, simplemente tenías que voltear a verla, en ese momento tenía un aura, una presencia que llenaba cualquier lugar, su mirada era tan intensa que podía hacerte sentir incómodo, su sonrisa hechizaba –siempre tuvo ese efecto en mi-, su cabello negro e indeciso armonizaba con toda ella y si a eso le aumentabas su figura, pues no podía dejar de verla; era muy atractiva entonces. Yo tenía 20 años y ella 25 cuando empezó este pequeño desmadre en mi vida.

Todavía recuerdo bien el momento en que la ví por primera vez, jamás imaginé lo que ella significaría dentro de mi vida, tal vez sea uno de los personajes principales de la misma. Ese día ella usaba una blusa blanca, minifalda azul marino, medias del mismo color, tacones altos negros y su hermoso cabello ondulado suelto. Desde entonces su sonrisa me atrapó sin remedio.

Hoy a poco mas de cuatro años de conocerla me doy cuenta que no me faltó mucho para estar demasiado enamorado de ella, aunque yo he considerado siempre que no es posible enamorarse de nadie si no se está correspondido, por que si no solamente se está embelesado por ella –o él- y en su momento no tuve el valor de decírselo, por varias razones, las cuales sí consideré y evalúe, pero terminé por hacer a un lado, y quizás cometí un error o le atiné a un premio que en su tiempo ví equivalente al “melate”. Quizás nunca vuelva a sentir por ella algo tan padre como alguna vez lo sentí, pero espero que eso no suceda, ya que tiene un lugar muy especial en mi corazón.

Alguna vez le dije –recordando al gran Pantera- una frase que decía: “La vida es un sueño, y los sueños, sueños son”; ella para mí es como ese sueño que una y otra vez lo tienes cuando menos te lo esperas, y te preguntas si serás capaz de realizarlo o será otro de tantos que sabes de antemano que son locuras o cosas fuera de tu alcance. Nunca lo supe en su momento, lo que estoy seguro es que debido a mi necedad no puedo renunciar fácilmente a mis sueños, debo luchar por ellos hasta hacerlos realidad o morir en el intento –algo que siempre me dijo ella es que el que persevera alcanza y que es mejor morir en el intento que no intentarlo- y ella ayer y hoy sin esfuerzo alguno se robó mi corazón. Estoy plenamente seguro que está conciente y segura de ello aunque creo que le vale madre o que disfruta viéndome como le haré para lograr mi objetivo, quizás ambas cosas.

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