Escamas de ironía...

La verdad, fue el primer título que pasó por mi mente... lo sé, no fue muy meditado, pero a veces así son las cosas; a veces la mejor solución a un problema es simplemente no hacer nada... pero no es el hecho de la quietud lo que arreglará el problema, sino de la relajación que te permitirá ver las posibilidades de arreglarlo.

En fin; la física blogueriana de ayer y hoy, menos cuerda que de costumbre, nos enseña que los metales tienen diferentes propiedades, y nada que ver con las sospechosas propiedades de Montiel (hasta me siento como Don German!!) sino las propiedades físicas de los metales.

Estas propiedades son generalizadas, puesto que como en toda regla, habrán sus excepciones.

Algunas de las propiedades de los metales son:

Ductilidad.- Es la propiedad que permite a los metales seccionarse en dos o varias partes, se realiza una deformación permanente por el estirado, la dureza del metal es directamente proporcional a esta propiedad. El plomo es un gran ejemplo de un metal blando y fácil de cortar.

Dureza.- Es la capacidad de los metales para resistir la deformación o abrasión de su superficie. El acero es el ejemplo mas común al respecto.

Maleabilidad.- Es la propiedad que les permite a los metales ser transformados, cambiar su forma, extenderse y laminarse. El aluminio es el mas socorrido ejemplo de metal maleable.

Brillo.- Aspecto que presenta la superficie de un mineral al reflejar la luz que incide sobre ella. Los principales tipos de brillos que presentan los minerales son: metálico, adamantino, vítreo, resinoso, graso, nacarado y sedoso. Todos los metales brillan por sí mismos.

Dilatación.- Es una propiedad de los metales que les permite expandirse al aumentar su temperatura.

Estas cualidades tiene como excepción generalizada, el mercurio, pues si bien tiene un brillo metálico, carece en gran parte de las otras propiedades físicas de los metales.

Y nuevamente surge la cuestión: para que diantres sirve saber todo esto?

Ahora sí... pues si no le encontramos un sentido práctico a esta información, no tiene una aplicación o semejanza cotidiana en las vidas de todos.

Las relaciones humanas tienen propiedades parecidas a los que tienen metales... pueden ser tan firmes, tan duras, tan maleables y brillantes, como cualquier metal.

Es complicado mentalizar que una relación puede ser tan dura como el acero y que conforme aumenta el calor en esa relación puede expanderse y brillar cada vez mas, siendo difícil de cortar, pero posible de moldear son el calor y procedimiento adecuado...

También, una relación puede ser tan blanda y fácil de cortar, como ciertos metales blandos, que aparentemente son de buena calidad, que incluso brillan mucho, pero son tan suaves... y con el frío los metales y las relaciones se encogen y pierden su espacio.

Siento que todo esto no tiene sentido... la física no puede explicarme esto el día de hoy; la concentración que tengo no es suficiente y siento que mi mente se ha enfriado, mis escamas han perdido un poco de su brillo, de su dureza y que la vida me ha lastimado la parte mas resistente de mi coraza azul.

Solamente me queda pensar que, los metales, así como muchas situaciones de nuestras vidas, no siempre tienen que tener la misma forma, pueden moldearse una y otra vez, un metal puede forjarse de nuevo, una relación también...

La clave es saber cómo hacerlo...

Y decidirse a ello...