Llamado de nostalgia...

En el transcurso de mi vida he aprendido muchas cosas... a veces de la forma más complicada, dolorosa; la menos recomendable. Otras veces es de manera sencilla, amable y hasta placentera... hoy puedo decir que no he aprendido tanto como kisiera pero he logrado llegar más allá de lo que esperaba, a pesar de lo despistado y distraído que soy.

Una de esas enseñanzas ha sido aprender de todos aquellos que pasan por el escenario de mi existencia o más bien, de aquellos escenarios que tengo la fortuna de pisar y la gente que he podido conocer. Lo mejor es cuando puedo ayudarles a entender lo que pasa en su vida, ayudarme a la mía y descubrirme día con día... en ocasiones puedo devolver lo que me dieron y la tercera ley de Newton sigue dando vueltas y vueltas con ganas...

Alguna vez alguien me dijo unas palabras sabias y tal vez sea la única enseñanza que me dejó el cruzarme en su camino... la vida te pone la misma enseñanza una y otra vez, de diversas formas,  hasta que aprendes la lección. La parte fea de esto es que al parecer no comprendiste tus palabras y ahora tengo que compartir de nuevo una lección fundamental de vida.

Una parábola oriental refiere a un regalo mal intencionado y al destinatario que no lo acepta... de quien es el regalo entonces?? Del que lo ofrece o de quien lo rechaza??

Esa enseñanza ya la platicamos alguna ocasión en este modesto espacio... he aprendido a descubrir cosas y personas que no valen la pena... también hay saludos que no son bien recibidos y regalos que no se aceptan, que se quedan con sus dueños y todas sus consecuencias. Entonces esta vez, tus “buenos deseos” e intenciones, no son bienvenidos... no deseo recibir nada de tu parte, ni bueno ni malo; quédatelos y dalos a quien le interesen, quien los desee... porque cualquier cosa que venga “de corazón”, de tu corazón, no puede ser real, no es valiosa ni vale la pena... esa lección dolió aprenderla, pero quedó muy clara.

Yo acepto muchas cosas... acepto tantas como no debiera; pero por otro lado, soy un demonio, nunca me he sentido más que otros y estoy conciente de que lo que ahora digo / hago no es lo correcto, pero es algo necesario y con esto termino (de nuevo) este intento, este ciclo que intentaste comenzar. Por que?? Porque no me interesa, no vales la pena... tu nostalgia, tu existencia, tu vida y obra, me tienen sin cuidado.

Ahora, lo último que te diré: cuando no consigues lo que deseas, desea lo que puedas conseguir... conmigo no puedes conseguir nada más que este post y lo hice en este espacio porque mi alter ego no tiene nada mas que decirte y porque Papá Dragón me enseñó a ser educado y responder cuando me invocan. Lo cortés, no kita lo valiente...