Wednesday, April 20, 2005

La ceguera del dragón... (9 de 16)

"... extrañas mis caricias, y cuanto te decía,
tu cuerpo está temblando, y está llegando el día,
necesitas mi aliento, tu vida está vacía,
me dices que me quieres... YO TAMBIEN TE QUERÍA...
...siento tanto que me llames, me duele saber que estas arrepentida,
más yo no sé por qué me hiciste tanto daño...
que triste que hoy lo sepas, más ya no puede ser..." (CONTINUARÁ)

Es fácil saber cuando estas enamorado; no dejas de pensar en ella, su nombre está en cada una de tus frases, siempre esta en tu mente y solo pensar en ella te hace feliz. Otra forma de saberlo es cuando al despertar es lo primero que piensas y antes de dormir es lo ultimo en que piensas y con ella concilias el sueño. Lo triste no es tanto el no ser correspondido, sino qué hacer con esos pensamientos que resultan estorbosos cuando no eres correspondido, esos pensamientos que hieren a cada momento y solo torturan la mente.

Muchas veces vivimos engañados por nosotros mismos, como esas veces en las cuales decimos que no tenemos nada, que todo está bien y no es cierto; esas ocasiones en las cuales queremos escapar de los problemas o ciertas cosas que nos son adversas y solo logramos engañarnos, pero lo peor de las cosas es cuando nos creemos dicho engaño, creyendo que hacemos lo correcto o que somos felices y en realidad no lo somos, es una ficción que nuestro inconsciente ha creado para hacernos sentir mejor y no lastimarnos demasiado, aunque sin saberlo puede resultar peor de lo que esperábamos al inicio.

Las parejas suelen hacer lo mismo, suelen engañarse entre ellos haciendo parecer una relación como estable, sincera, alegre y sin problemas cuando en realidad es todo lo contrario. Casi todas las parejas inician con una buena comunicación, la cual gradualmente se va perdiendo hasta el punto de la monotonía con la pareja; además, todas las personas tenemos un lado oscuro, un lado el cual la pareja parecería no aceptar en su totalidad, inician los secretos entre las parejas, aquellas situaciones en donde se presentan los celos, nerviosismo y hasta el ridículo aparente frente a situaciones que recuerdan traumas y adversidades a la pareja que, sin motivo aparente, le incomodan.

Base de los problemas entre las parejas es la falta de comunicación y todo lo que conlleva con eso, aparición de las rutinas, malos entendidos y en la mayoría de las situaciones los quiebres por temporadas o “breaks” o la frase de “vamos a darnos tiempo”, con lo cual se nota el principio del fin.

El ego es algo tan superficial en las personas –así me ha parecido siempre- como una inútil muestra de algo que pretendemos ser, es como en la escuela, en la preparatoria y en la Universidad, la gente pocas veces, quizás nunca, muestra su verdadera cara, es raro que alguien te muestre lo que en realidad es por diferentes causas, generalmente son traumas y miedos no superados provocados por cuestiones que solamente con el tiempo logran superarse paulatinamente, ya que resultaron ser cosas que en realidad no fueron tan severas para dejar atrás; sin embargo, no siempre tenemos la capacidad para adivinar ni mucho menos saber atinadamente las intenciones ni la verdadera cara de los demás, porque la gente generalmente se acerca a ti porque algo le interesa de tu persona, ya sea amistad, algún provecho o algo intermedio, es difícil saberlo.

Las personas siempre te muestran algo diferente a su ser debido a una gran inseguridad en las mismas, la gente que vale la pena siempre muestra al menos gran parte de su verdadera cara y es ahí donde el ego interviene, el ego es aquél signo de vanidad espiritual que nos impide mostrarnos ante los demás con claridad, se encuentra cegado a si mismo por ideas falsas, aunque es necesario decir que el ego bien utilizado –si es que puede utilizarse- puede ser una gran herramienta en las relaciones sociales, pero es difícil saber siempre cuando estás por cruzar esa pequeña y sutil línea donde todo puede valer madre.

Existe una sutileza sicológica demasiado similar al ego, la autoestima, a veces la considero una patología; es aquella cualidad de la persona de quererse a si mismo, es aún mas difícil reconocer la autoestima de un ego bien enfocado, aunque la misma si se excede en el quererse mucho, puede resultar igualmente ofensiva que el ego, es decir, una persona con una autoestima que resulta exagerada puede ocasionarle una imagen de soberbia ante los demás –yo diría mamonez- y creo sin temor a equivocarme, que Mirta carece de un ego y una autoestima que la pudiesen meter en problemas, pero también su ego y autoestima parecían estar al mismo nivel que los tengo yo, cerca de los talones, y eso no estaba bien en ese entonces; hoy ya está bien, y yo, sigo igual.

1 Comments:

Blogger Bellota said...

pero cuando conoces a alguien q no se disfraza, es la onda
saludos!!

7:38 PM  

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