Cuestión de principios...

"I knew it from the start, you would break my heart...
But you still I had to play this painful part,
You wrapped me 'round your itty-bitty finger,
With your magic smile... you kept me hangin' on a lovers cross a while
You put your spell on me... Took my breath away,
But there was nothin' I could do to make you stay...
I'm gonna miss you... All the love I feel for you,
Nothing could make me change my point of view, Oh girl...
I'm gonna miss you baby..."

Milli Vanilli's... I'm gonna miss you

Hasta donde puedes ser capaz de llegar por tus principios?

Qué es una cuestión de principios?

Tienen un límite estos principios, acaso un final?

Cuando inician y cuando terminan tus principios?

Creo que los principios son las bases éticas de cada persona, son tan sólidas como lo deseas, y te ponen ciertas restricciones. Pero cuando estas "restricciones" impuestas por tu misma persona te limitan en ciertos aspectos, hasta donde les permites llegar?

Sabremos con certeza de todo lo que nos podremos estar perdiendo por una cuestión de principios? Cúando es una cuestión de principios y cuando deja de serlo o simplemente se vuelve un dilema existencial, emocional o una mera indecisión?

Hoy no tengo las respuestas a estas preguntas; lo peor, es que ni sikiera deseo contestrármelas pues no les veo importancia en este momento. Me gustaría decir que las cuestiones de principios deberían limitarse a los razonamientos.

En algún lugar escuché, que el corazón solo entiende de sentimientos, y que la mente, solo entiende de razones... los sentimientos son completamente diferentes de las razones, es ahí, donde deben limitarse las cuestiones de principios; no deben limitar tus sentimientos, al menos, eso creo hoy...

Estas cuestiones, deben hacerse a un lado cuando en verdad kieras vivir algo diferente, que no hace daño y no pone en riesgo nada de tu integridad... hace mucho dejé de escuchar lo que los demás decían, jamás he atendido el "que dirán", y no pienso atenderlo jamás...

Mejor seguiré escuchando lo que me grita mi corazón...