Mis Agüelitos Dragón

Los grandes ancestros de mi querida familia, mis agüelitos a quienes quiero mucho y extraño.

Que tantas cosas no puedo decir de mis abuelos??

Mi Agüelita Dragón fue la madre de más de 18 pequeños (incluyendo a mis hermanos y a mi) fue la mejor cocinera, enfermera, consejera, suegra (según mi Papá Dragón) y el gran pilar, tan sólido que no he visto similar en familia alguna.

Ella solía consentirnos tanto a sus nietos, nos daba besos, abrazos, golpes de cariño (tenía la mano bastante pesadita) y siempre guisaba lo que yo le pedía, le salía tan rico que todas sus hijas no pueden igualar su sazón (ni siquiera Mamá Dragón)

La extrañamos tanto no sólo por todo lo anterior porque eso es simple y secundario... la extrañamos porque el tiempo nos la quitó sin aviso alguno, porque no tuve la oportunidad de abrazarla y decirle adiós... tal vez eso fue lo mejor pero no deja de dolerme el recuerdo tan repentino de su adiós y algún día terminaré de entender la manera en que pasó.

La extrañamos porque siempre tenía un consejo, una mejor forma de hacer las cosas, porque cualquier problema ella lo solucionaba y ahí terminaba... porque ella era la Mamá Dragón de la generación de mi Mamá Dragón... casi nada.

Mi Agüelito Dragón fue el dulce abuelo juguetón que todos los niños tienen... claro que tuvo su carácter difícil y estaba complicado soportarlo como persona adulta en ciertos aspectos; pero nosotros sus nietos sólo tenemos buenos recuerdos y momentos agradables con el Agüelo Dragón... siempre estuvo al lado de Agüelita Dragón (a su manera) a pesar que su historia fuera tan única y enredada.

Amaba las corridas de toros, una buena función de box, de lucha libre; su trabajo transformando la piel en monederos, carteras, bolsas... fue un hombre trabajador y hasta el final de sus días fue incomprendido incluso por aquellos que lo amamos tanto... siempre defendimos, procuramos y protegimos más a nuestra Agüelita que a él... ella mandaba y él amenazó con llevársela cuando se fuera de este plano existencial. Y así lo hizo...

Mi hermano y yo tuvimos la dicha de vivir muchos años junto a nuestros Agüelitos... siempre nos dieron su amor incondicional y mientras mi hermano era el mayor orgullo de mi Agüelito Dragón, era su campeón y su consentido, mi Agüelita decía que yo era su leguleyo... se fueron antes de que vieran crecer como abogado e intentar hacer las cosas correctas en mi vida.

Varias veces la melancolía me ha hecho la usual compañía y mi familia quisiéramos volver a platicar con ellos una vez mas, tantas dudas, tantas cosas que necesitamos todavía de ellos... se fueron y nos dejaron lo mejor que pudieron, hoy entiendo mas que en esos años en que se fueron y si vieran en lo que se ha convertido su familia, estarían mas tristes que lo que puedan estar hoy, estén donde estén.

Seguramente ellos no habrían permitido que su familia llegara hasta donde hemos llegado, alcanzar y rebasar tantas cosas que ellos no deseaban para nosotros, finalmente padres de muchos...

Los extraño muchísimo...